Día Mundial del Sida

El doctor Carlos Gallo, inmunólogo y jefe de la unidad de atención y control en salud sexual (UNACESS) del Hospital Regional de Arica Dr. Juan Noé, confirmó que tienen a más de mil 100 personas en control por VIH y a 16 personas ingresadas al programa de profilaxis pre exposición (PrEP) que consiste en la entrega de un medicamento para prevenir esta infección.

Con motivo del Día Mundial del Sida, que fue el 1 de diciembre, alertó sobre el aumento de casos en las personas menores de 20 años en el país e hizo un llamado a la comunidad para mantener un testeo regular de este virus en los centros de salud familiar (CESFAM) y a tomar las medidas de prevención como el uso correcto de los preservativos que pueden ser solicitados sin hora previa en el centro comunitario CRIPAC.

– Dr. Gallo, ¿cuál es la reflexión que usted hace todos los años en el Día Mundial del Sida?

– Se cumplen 40 años de la epidemia de VIH en el mundo y en estos días uno hace la reflexión que aún estamos con el problema del estigma y la discriminación que sufren los pacientes desde siempre. La verdad es que ha disminuido pero sigue siendo uno de nuestros principales problemas. Lo otro que uno siempre está pensando es en la educación sexual de los niños y que aún estamos muy al debe. Creo que nos falta desarrollar la educación. En Chile estamos muy atrasados con este tema. Lo tercero es que tenemos hoy en día las herramientas para terminar con esta pandemia: tenemos un buen testeo, pero falta que la gente acuda, que lo exija, que se lo haga, que lo pidan. Pienso que, en Arica, tenemos muchas ventajas con respecto a otras ciudades. Tenemos un centro regional, el CRIPAC, que funciona más allá de las horas típicas funcionarias y nuestro centro, la UNACESS, en que recibimos gente directamente. Tenemos que testear a la gente, no queda otra. Si la gente no está en conocimiento que tiene VIH no podemos iniciar los tratamientos cuando corresponde.

– En estos momentos, ¿seguimos siendo la región de Chile con la tasa más alta de VIH en el país?

– Así es. Creo que Chile tiene un problema, tenemos una tasa de crecimiento muy alta y, además, una tasa de crecimiento que va aumentando muy rápido en las poblaciones más jóvenes, en los menores de 30 años y especialmente en la población de menos de 20, y eso habla que falta educación. Falta que la gente tome las medidas correspondientes para prevenir la infección de VIH.

Una vez que el paciente inicia su tratamiento y logra quedar indetectable, deja de transmitir la enfermedad. Están todas las herramientas para que esta pandemia se termine. Las terapias son sumamente potentes, exentas de efectos secundarios en comparación con las terapias antiguas que teníamos. Si testeamos, tratamos y logramos que las personas dejen de transmitir, esta epidemia debiera acabarse en los próximos años.

– ¿Cuáles son los desafíos que ha impuesto la pandemia del covid-19 a la respuesta al VIH en la Región?

– El covid nos hizo descubrir varias cosas. Nos hizo replantearnos la atención. Tuvimos que empezar a repartir medicamentos. Nuestro centro tuvo que ir a dejarlos a los pacientes, cosa que circularan lo menos posible. En nuestro centro, los aforos son limitados, ya no podemos atender el mismo número de pacientes que hacíamos antes. Tuvimos que salir en ayuda de algunos pacientes con la entrega de cajas con alimentos. Si bien en Arica siempre hemos dicho que tenemos tasas altas porque testeamos más que en otras partes del país, también nos dimos cuenta que teníamos pacientes que entraron al hospital y murieron, porque estaban con etapas de Sida avanzadas y no lo sabían. Entraron con un deterioro de su sistema inmune tan grave que el covid los mató en pocas horas. Por supuesto, tenemos otro grupo que no adhiere a la terapia, que, a pesar que está en conocimiento que tiene VIH, no toma medicamentos y no asiste a controles. Es un grupo importante, a pesar que en Arica fuimos pioneros en diseñar un sistema de rescate de pacientes con psicólogo y con asistente social. Salimos a buscarlos, pero igual no se controlan. Hay un grupo importante de pacientes con problemas de adicción, de alcoholismo, abandono y en situación de calle.

– ¿Cuántas personas están en control por VIH en el Hospital Regional de Arica? ¿Qué atenciones reciben estos pacientes?

– Pasamos los mil 100 pacientes en control. Hay otro grupo que no adhiere, pero tenemos en control a mil 110 pacientes a la fecha. En general, les ofrecemos, a través de las seis matronas del centro, la consejería sobre medicamentos, en prevención, en el uso de preservativos. Tenemos psicólogas para brindarles todo el apoyo que requieran.

– ¿Nos puede dar detalles sobre el PrEP o el medicamento que sirve para prevenir el VIH que está disponible en el Hospital de Arica?

– Lo tenemos desde hace un par de años e iniciamos la profilaxis pre exposición y se la ofrecemos a todas las parejas sero discordantes. Si en una pareja uno de los integrantes tiene VIH, al otro le ofrecemos la profilaxis para que no se vaya a infectar. Por supuesto, también está disponible para todas las trabajadoras sexuales, para las personas que refieran conductas de riesgo y para la población trans. Tenemos una mezcla de dos antirretrovirales, tenofovir y emtricitabina que tienen muy buena tolerancia y muy pocos efectos secundarios. Este medicamento tiene que estar en control, así que vamos testeando posibles efectos secundarios del medicamento, cada tres meses. Tenemos 16 pacientes. Está disponible y no hay limitación de medicamentos ni de horas profesionales para ello.